El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el martes que las relaciones del gobierno mexicano con las embajadas de Estados Unidos y Canadá quedaban “en pausa” tras las críticas que funcionarios de ambos países hicieron a la reforma judicial propuesta por el mandatario.
El término no es un concepto diplomático formal y sus consecuencias no están claras, aunque el mandatario lo ha utilizado en otras ocasiones con otros países. La cancillería no respondió de forma inmediata a una solicitud de comentario pero su titular, Alicia Bárcena, dijo a través de sus redes sociales que la relación con los “amigos y vecinos de Norteamérica es prioritaria y fundamental y, a nivel cotidiano, sigue fluida y normal”.
El jueves pasado, el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, dijo que la propuesta oficialista —que, entre otras cosas, implica que los jueces sean elegidos por voto popular— supondría un “riesgo” para la democracia mexicana y podría poner en peligro la relación comercial con Estados Unidos. Canadá manifestó su preocupación en el mismo sentido.